Los futuros del petróleo registraron su mayor ganancia en más de un año la semana pasada y están en camino de registrar otra ganancia semanal a pesar de la resistencia del dólar. El frenesí fue aún mayor en el mercado de opciones.
Los traders adquirieron opciones de compra de crudo Brent de diciembre para apostar a que el petróleo alcanzaría los 100 dólares o más, y el volumen agregado de opciones alcanzó un récord después de que aumentaron las tensiones en Medio Oriente.
Mientras tanto, hicieron apuestas descabelladas sobre la estructura de la curva de futuros, que se recuperó con fuerza. Más de 5 millones de barriles apostados sobre el diferencial más cercano del crudo Brent alcanzaron los 3 dólares.
La inclinación de las opciones de compra de futuros del WTI a segundo mes saltó al nivel más alto desde marzo de 2022, cuando la impactante invasión de Ucrania por parte de Rusia generó preocupaciones sobre el suministro.
Esto marcó un cambio radical para los fondos de cobertura, los asesores de comercio de materias primas y otros administradores de dinero que se apresuraron a revertir posiciones que a mediados de septiembre se habían vuelto bajistas sobre el crudo.
La volatilidad implícita de las opciones de compra de diciembre subió más de 30 puntos la semana pasada, más del triple que para las opciones de venta, mientras que casi no hubo cambios para las posiciones alcistas o bajistas de los contratos de julio en adelante.
“Los inversores fundamentales en energía… están utilizando opciones de compra en lugar de perseguir el repunte del crudo para obtener exposición al alza ante una posible interrupción del suministro”, dijo Rebecca Babin, operadora sénior de acciones en CIBC Private Wealth Group.
El dolor de cabeza de Harris
Los indicadores de la prima de riesgo geopolítico en el mercado petrolero han disminuido ligeramente esta semana, dijo Goldman Sachs. El banco esperaba un alza máxima de 10 a 20 dólares para el Brent en caso de interrupciones del suministro en Irán.
Sin embargo, en ausencia de grandes perturbaciones, los precios podrían estabilizarse en torno a los niveles actuales este trimestre, dijo el banco en una nota fechada el martes. Todo depende de si Israel apunta a la industria petrolera de Irán.
Irán ha amenazado anteriormente con interrumpir los flujos a través del Estrecho de Ormuz, un canal crucial por el que pasa aproximadamente una quinta parte de la producción diaria de petróleo del mundo.
“En el caso de una guerra a gran escala, el Brent probablemente se dispararía por encima de los 100 dólares, y cualquier posible cierre del estrecho amenazaría con precios de 150 dólares o más”, escribió Fitch Solutions en una nota.
Los países del Golfo están presionando a Washington para que impida que Israel ataque los sitios petroleros de Irán porque les preocupa que sus propias instalaciones petroleras puedan ser atacadas por los representantes de Teherán, dijeron fuentes a Reuters.
Durante las reuniones de esta semana, Irán advirtió a Arabia Saudita que no podría garantizar la seguridad de las instalaciones petroleras del reino del Golfo si Israel recibía alguna ayuda para llevar a cabo un ataque.
"Si los precios del petróleo suben a 120 dólares por barril, perjudicaría tanto a la economía estadounidense como a las posibilidades de Harris en las elecciones. Por eso (los estadounidenses) no permitirán que la guerra del petróleo se expanda", dijo la fuente.
El malestar de Arabia Saudita
Arabia Saudita está dispuesta a abandonar su objetivo no oficial de precios del petróleo crudo mientras se prepara para aumentar la producción, según el FT. Esto se produjo en un momento en que los productores no pertenecientes a la OPEP estaban relajando sus restricciones.
El cambio de pensamiento representa un importante cambio de rumbo para el reino, que ha llevado a otros miembros de la OPEP+ a recortar la producción desde noviembre de 2022 en un intento de estabilizar el mercado.
Hace una década, Arabia Saudita aumentó su producción en un esfuerzo por frustrar el rápido surgimiento de la industria del esquisto estadounidense y, como resultado, el precio del petróleo sufrió las mayores caídas en seis años.
Sin embargo, el petróleo no convencional demostró ser resistente a la guerra de precios. La participación de mercado de la OPEP+ ha caído a mínimos históricos tras los recortes de producción desde 2022, según la AIE.
El país tiene una abundante capacidad disponible y actualmente bombea 8,9 millones de bpd, el nivel más bajo desde 2011. La última decisión puede deberse en parte a su frustración con el cumplimiento del recorte de producción.
Varios miembros del cártel, entre ellos Irak y Kazajstán, han estado bombeando más de lo que les correspondería en sus respectivas cuotas, mientras que Riad ha asumido la mayor parte de los recortes generales.
Es más, es probable que Moscú se quede sin fondos para mantener su economía de guerra en estas circunstancias y se sienta más tentado a hacer trampa en el acuerdo.
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