Contexto histórico económico de Estados Unidos y situación actual

2024-08-23
Resumen:

La economía estadounidense, que representa el 26% del PIB mundial, es sólida, pero enfrenta inflación, escasez de empleo y riesgos de recesión. Los inversores deberían adaptarse a la volatilidad.

El desempeño actual de la economía estadounidense es notable, especialmente su 26% del PIB mundial, un máximo de casi 20 años. El dólar estadounidense, como moneda principal del mundo, controla las reglas monetarias y, a pesar de la implementación de políticas de ajuste monetario, la tasa de crecimiento económico sigue siendo superior a las expectativas del mundo exterior, lo que refleja la fortaleza de su economía y el predominio del dólar estadounidense en las reglas monetarias globales. Sin embargo, detrás del sólido desempeño, todavía hay desafíos e incertidumbres. A continuación, profundizaremos en los antecedentes históricos y el estado actual de la economía estadounidense.

US Economy - Strong GDP Antecedentes históricos de la economía de Estados Unidos

En 1783, Estados Unidos ganó con éxito la Guerra de la Independencia, separándose por completo del dominio colonial británico y comenzando una nueva era de desarrollo independiente. Aunque la economía de Estados Unidos todavía estaba en pañales en el período inmediatamente posterior a la independencia, el país rápidamente entró en la senda del rápido crecimiento económico en virtud de sus ricos recursos naturales y mercados en expansión. Durante este período, Estados Unidos, aprovechando su vasta superficie terrestre y sus ricos recursos minerales, construyó gradualmente una economía llena de potencial.


A mediados del siglo XIX, especialmente después del fin de la Guerra Civil en 1865, la economía estadounidense experimentó una notable transformación. El período de Reconstrucción posterior a la Guerra Civil marcó la transición de un modelo económico predominantemente agrario a uno centrado en la industrialización en los Estados Unidos. El rápido auge de las fábricas y los ferrocarriles dio un gran impulso al desarrollo de la productividad industrial y también aceleró el proceso de urbanización, lo que permitió a los Estados Unidos formar gradualmente una economía modernizada dominada por la industria y las ciudades.


En 1913, el sistema financiero de Estados Unidos marcó un hito importante: la creación del Banco de la Reserva Federal. Este acontecimiento marcó la madurez formal del sistema financiero estadounidense. La creación del Sistema de la Reserva Federal (FED) no sólo proporcionó una política monetaria estable para el mercado financiero, sino que también mejoró la capacidad de regulación financiera y la capacidad de respuesta a las fluctuaciones económicas. La creación de este sistema sentó una base sólida para el crecimiento económico y la estabilidad financiera de Estados Unidos, lo que le permitió ocupar una posición importante en el escenario económico mundial posterior.


Aunque a principios del siglo XX se predijo que Gran Bretaña, Rusia, Estados Unidos y Alemania dominarían el panorama de poder mundial, las guerras mundiales y la ola de globalización cambiaron esta predicción. Las dos guerras mundiales y los cambios que trajeron consigo llevaron al rápido ascenso de Estados Unidos, que pasó de ser una gran nación industrial a ser el centro de la economía mundial. Con su fuerte poder económico, innovación científica y tecnológica y base financiera, Estados Unidos se convirtió rápidamente en el líder del sistema económico y financiero mundial, con efectos de largo alcance en el panorama económico y político mundial.


Cuando estalló la Primera Guerra Mundial en 1914, Estados Unidos se mantuvo neutral en las primeras etapas y no entró formalmente en la guerra hasta 1917. Después del final de la guerra, Estados Unidos optó por una política aislacionista que limitó la intervención y la participación internacionales, lo que dio como resultado que la proporción del comercio internacional con respecto al PIB cayera a un mínimo histórico. Esta política reflejaba la preocupación de Estados Unidos por los problemas internos y su relativo desapego de los asuntos internacionales en ese momento. Sin embargo, este aislacionismo no duró, y los cambios en la situación mundial y el estallido de la Segunda Guerra Mundial obligaron a Estados Unidos a recalibrar su estrategia internacional.


La Segunda Guerra Mundial alteró radicalmente el panorama económico y político mundial. Durante la guerra, Estados Unidos demostró una capacidad de producción asombrosa y se convirtió en un apoyo clave para los aliados. Después de la guerra, Estados Unidos reemplazó rápidamente a Gran Bretaña como potencia hegemónica mundial, y el dólar estadounidense reemplazó a la libra esterlina como principal moneda internacional. Este período marcó el establecimiento del dominio estadounidense en el sistema económico mundial y transformó el sistema financiero internacional.


En 1944 se estableció el sistema de Bretton Woods, en el que el dólar estadounidense se vinculaba al oro como principal moneda internacional y las demás monedas se vinculaban al dólar estadounidense. Este acuerdo situó al dólar en el centro de la economía mundial y respaldó la recuperación económica de los Estados Unidos. Aunque el sistema llegó a su fin en la década de 1970 debido a las presiones económicas, el dólar estadounidense mantuvo su condición de principal moneda mundial y siguió desempeñando un papel clave en los mercados financieros internacionales.


En el siglo XXI, el acelerado proceso de globalización ha acercado los mercados económicos y financieros internacionales. La entrada y el ascenso de China consolidaron aún más la posición dominante de los Estados Unidos en la economía global. El desarrollo económico de China no sólo impulsó el crecimiento del comercio y la inversión globales, sino que también fortaleció los vínculos entre los Estados Unidos y otras economías importantes y aumentó la influencia del dólar estadounidense en el sistema económico global. Esta fase de globalización y el ascenso de China han permitido a los Estados Unidos seguir manteniendo su importante posición en el ámbito financiero y económico internacional, al tiempo que presenta nuevos desafíos y oportunidades.


En resumen, los primeros Estados Unidos ascendieron rápidamente hasta convertirse en la principal superpotencia del mundo gracias al dividendo de la guerra, la política monetaria y la globalización. La exitosa transformación industrial y la masiva acumulación de capital consolidaron aún más su liderazgo global. Sin embargo, las consecuencias de la expansión fiscal y monetaria del país, el actual problema del aterrizaje suave y la falta de confianza del público en las perspectivas económicas han añadido incertidumbre al futuro de la economía estadounidense.

Major Sectors of the U.S. Economy

¿Qué domina la economía de EE.UU.?

En 2023, la economía estadounidense mostró una estabilidad inesperadamente fuerte, gracias en gran parte a un impulso del gasto de los consumidores. A pesar del desafío que supone el aumento de las tasas de interés, el gasto de los consumidores estadounidenses se ha mantenido fuerte, lo que ha respaldado el crecimiento económico. El fuerte gasto de los consumidores no solo impulsó la actividad económica, sino que también ayudó a estabilizar el desempeño general de la economía, asegurando una expansión continua.


Estados Unidos es el mayor mercado de consumo del mundo y un importante motor del crecimiento económico. El sector de servicios es el núcleo de la economía estadounidense y representa más del 80 por ciento del producto interno bruto (PIB). El sector de servicios abarca los servicios financieros, la atención sanitaria, la educación, el comercio minorista, la tecnología de la información y el entretenimiento, que desempeñan un papel clave en la economía.


Los sectores de servicios financieros y tecnología son particularmente importantes y tienen un alcance global. Estados Unidos no sólo es un centro global de innovación financiera y tecnológica, sino que también alberga a muchas empresas líderes mundiales, como Apple, Google y Goldman Sachs, que ocupan una posición central en el mercado global.


La estructura económica de Estados Unidos depende en gran medida del libre mercado, el sistema financiero y la industria tecnológica. El gobierno federal domina la tributación y el gasto sectorial, mientras que el Sistema de la Reserva Federal es responsable de manera independiente de la oferta monetaria. Sin embargo, este arreglo también conlleva relaciones complejas en términos de política. Por ejemplo, la reciente política de tasas de interés de la Reserva Federal se ha vinculado externamente a las próximas elecciones presidenciales, lo que ha generado mucho debate.


Estados Unidos ha estado a la vanguardia de la innovación tecnológica en el mundo, particularmente en las áreas de tecnología de la información, biotecnología y energía limpia. Silicon Valley es reconocido mundialmente como un centro de innovación tecnológica, que atrae grandes cantidades de inversión y talento. Estados Unidos es un líder mundial en tecnología e innovación, especialmente en los campos de la tecnología de la información, la biotecnología y la inteligencia artificial. El sector tecnológico no solo impulsa el crecimiento económico, sino que también atrae inversiones significativas.


Si bien el sector de servicios domina la economía estadounidense, el sector manufacturero sigue siendo importante. El sector manufacturero estadounidense abarca una amplia gama de sectores, entre ellos el aeroespacial, el automotor, la maquinaria, los equipos electrónicos y los productos químicos. Si bien el peso económico general del sector manufacturero ha disminuido, todavía desempeña un papel clave en la innovación tecnológica y la producción de productos de alto valor agregado.


El sector manufacturero de los Estados Unidos está dominado por productos de alta tecnología y alto valor agregado, con una notable competitividad en los sectores aeroespacial, de equipos electrónicos de alta tecnología y de automóviles en particular. Estas áreas no sólo impulsan el progreso tecnológico, sino que también tienen un impacto significativo en la estructura y la competitividad global de la economía de los Estados Unidos. A pesar del predominio del sector de servicios en la economía, la innovación y los productos de alta gama en el sector manufacturero siguen siendo fundamentales para el crecimiento a largo plazo y la competitividad internacional de la economía estadounidense.


Estados Unidos es uno de los mayores productores agrícolas del mundo y sus exportaciones son importantes en el mercado global. Entre los principales productos agrícolas se encuentran el maíz, la soja, el trigo, la carne de vacuno y la de cerdo. Aunque la agricultura representa un pequeño porcentaje del PIB, es importante para el comercio de exportación estadounidense y la economía rural.


Como uno de los mayores productores de energía del mundo, Estados Unidos es particularmente fuerte en el sector del petróleo y el gas. Las tecnologías revolucionarias en el sector del petróleo de esquisto y el gas natural han transformado a Estados Unidos de un importador tradicional de energía a un exportador neto de energía, una transformación que ha tenido consecuencias de largo alcance para los mercados energéticos mundiales. La capacidad de producción energética de Estados Unidos no sólo satisface la demanda interna, sino que también ocupa una posición significativa en el mercado mundial, impulsando los movimientos de los precios internacionales de la energía y mejorando la posición estratégica de Estados Unidos en la cadena mundial de suministro de energía.


En términos generales, la economía estadounidense está muy diversificada y dominada por el sector de servicios, con una fuerte competitividad en los sectores manufacturero, agrícola, energético y científico, tecnológico e innovador. Los principales impulsores son los servicios y el gasto de consumo, mientras que la industria manufacturera y la ciencia, la tecnología y la innovación desempeñan un papel clave en la modernización estructural y el crecimiento económico a largo plazo.

Manufacturing PMI, a leading indicator of the U.S. economy, fell for the third consecutive month

Estado actual y tendencias de la economía de Estados Unidos

A medida que se acercan las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el ambiente electoral se vuelve cada vez más tenso y el enfrentamiento entre los dos partidos se intensifica. Sin embargo, el desempeño de la economía estadounidense es insatisfactorio, lo que es extremadamente desfavorable para el gobernante Partido Demócrata. En la actualidad, los indicadores económicos generales de Estados Unidos, incluidos los indicadores adelantados y sincronizados, no están funcionando tan bien como el mercado espera, y algunos de los indicadores incluso han emitido señales de advertencia de recesión.


El índice de gerentes de compras (PMI) es un indicador económico adelantado reconocido por el mercado y ha enviado señales de advertencia preocupantes en los últimos años. Por ejemplo, el índice de gerentes de compras (PMI) del sector manufacturero del Institute for Supply Management (ISM) ha disminuido durante tres meses consecutivos y ha caído por debajo del límite de 50.


Esta situación suele ser una señal de que el sector manufacturero estadounidense puede estar atravesando una recesión, ya que un índice PMI por debajo de 50 suele indicar que la actividad manufacturera se está contrayendo en lugar de expandirse. Además, el índice PMI de servicios básicos también tuvo un desempeño deficiente y también cayó por debajo de la línea de corte de 50, lo que indica que otro pilar importante de la economía estadounidense, el sector servicios, también pasó del auge a dar señales de recesión.


La caída de estos indicadores PMI refleja la tendencia a la desaceleración del crecimiento económico, lo que constituye una señal de advertencia a la que los participantes del mercado y los responsables de las políticas deben prestar mucha atención. El deterioro del desempeño de los sectores manufacturero y de servicios, que son componentes importantes de la economía, podría tener consecuencias de largo alcance para la economía en general. Los inversores y los analistas deben seguir de cerca los cambios en estos indicadores para realizar ajustes estratégicos al entorno económico actual y prepararse para las tendencias económicas futuras.


En cuanto a la inflación, el índice de precios al consumidor (IPC) de Estados Unidos ha caído significativamente desde su máximo de mediados de 2022 del 9%, pero nunca ha caído por debajo del 3% durante el último año. Aunque el IPC ha vuelto a caer recientemente a alrededor del 3%, lo que sugiere cierta moderación de la inflación, todavía está por debajo del objetivo del 2% establecido por la Junta de la Reserva Federal. Esto refleja el hecho de que la caída de la inflación, aunque significativa, no ha logrado la reducción esperada, lo que sugiere que el problema de la inflación sigue siendo un desafío.


La disminución de la inflación está estrechamente vinculada a la desaceleración del crecimiento económico, lo que sugiere que la economía estadounidense puede haber entrado en una fase de desaceleración. Sin embargo, el hecho de que el IPC no haya caído hasta el nivel objetivo fijado por la Junta de la Reserva Federal sigue ejerciendo presión sobre la conducción de la política monetaria. Uno de los principales desafíos que enfrenta la Fed es cómo controlar eficazmente la inflación para cumplir su objetivo de inflación y al mismo tiempo garantizar un crecimiento económico estable. Este dilema requiere que la Fed sopese plenamente el equilibrio entre el crecimiento económico y el control de la inflación al formular la política monetaria.


La Junta de la Reserva Federal está cada vez más preocupada por el mercado laboral estadounidense. Actualmente, la tasa de desempleo en Estados Unidos ha superado el 4% y la tendencia al alza continua ha provocado una preocupación generalizada por la salud de la economía. Según el estudio Sham Rule, cuando la diferencia entre el promedio de tres meses de la tasa de desempleo y el mínimo del año anterior alcanza los 0,5 puntos porcentuales, el riesgo de recesión aumenta significativamente. Actualmente, los datos de Sham Rule están cerca de esta línea de advertencia, lo que indica que el riesgo de recesión en Estados Unidos está aumentando.


Una tasa de desempleo en aumento no sólo refleja debilidad en el mercado laboral, sino que también indica un debilitamiento de la actividad económica. Las primeras señales de advertencia de la Ley de Shaham han alimentado las preocupaciones sobre el curso futuro de la economía. Si la tasa de desempleo continúa aumentando y supera los umbrales clave, puede tener un impacto negativo en el gasto de consumo y el crecimiento económico, lo que hace más difícil para la Junta de la Reserva Federal formular la política monetaria. En un entorno económico como éste, la forma de equilibrar el control de la inflación y la promoción del empleo se ha convertido en una cuestión clave que la Junta de la Reserva Federal debe abordar.


A pesar de los indicadores económicos que muestran el riesgo de recesión, la Junta de la Reserva Federal aún no ha tomado medidas para recortar los tipos de interés, lo que ha provocado un escepticismo generalizado entre los economistas. Muchos expertos creen que la situación económica actual requiere una política monetaria más laxa para estimular el crecimiento y mitigar los riesgos asociados a los altos tipos de interés. El mercado espera con interés el anuncio de un recorte de los tipos por parte de la Junta en su reunión de septiembre y espera que sus ajustes de política tengan un impacto significativo en la dirección de la economía.


La experiencia histórica ha demostrado que las acciones estadounidenses tienden a caer en cierta medida un mes antes del anuncio de una decisión de recorte de tasas, lo que explica el reciente nerviosismo de alto nivel en el mercado. La anticipación de los inversores de una recesión inminente y un ciclo de recortes de tasas de interés puede haberlos impulsado a ajustar sus estrategias de inversión para protegerse contra riesgos potenciales en un momento de mayor volatilidad del mercado. Esos ajustes no sólo reflejan una reacción sensible a las decisiones de política de la Reserva Federal, sino que también demuestran la incertidumbre y la cautela del mercado sobre la dirección futura de la economía.


En vista de la debilidad actual de la economía estadounidense y el riesgo potencial de recesión, los inversores deberían revisar sus estrategias de asignación de activos. Se recomienda reducir la exposición a activos de riesgo y, en su lugar, aumentar la asignación al mercado de bonos. El mercado de bonos suele ofrecer rendimientos relativamente estables y un menor riesgo en un entorno bursátil volátil y recesivo. Al trasladar fondos al mercado de bonos, los inversores pueden reducir eficazmente la volatilidad general de sus carteras y proteger el capital en medio de la incertidumbre económica.


El inicio de un ciclo de recortes de las tasas de interés puede ser favorable para el mercado de bonos. Los recortes de las tasas de interés suelen provocar una caída de los rendimientos de los bonos, lo que a su vez aumenta el valor de mercado de los bonos y, por lo tanto, las inversiones en bonos pueden generar rendimientos adicionales. Mientras tanto, el mercado de valores puede estar bajo presión de corrección, especialmente si el crecimiento económico se desacelera. Al recurrir al mercado de bonos en este momento, los inversores no solo pueden disfrutar de los beneficios potenciales de precios más altos de los bonos, sino también mantener sus carteras robustas frente a vientos económicos en contra.


La economía estadounidense se encuentra actualmente bajo presión a la baja y, aunque la Junta de la Reserva Federal mantiene una política monetaria restrictiva, la probabilidad de un recorte de las tasas está aumentando. Los inversores deben prestar mucha atención a los cambios en los indicadores económicos y ajustar sus estrategias de inversión en respuesta a posibles recesiones económicas y volatilidad del mercado. Las tendencias económicas futuras tendrán un impacto significativo en las decisiones de inversión.

Estado actual y tendencias de la economía de Estados Unidos
Estado actual Tendencias y desafíos
26% del PIB mundial: una cifra fuerte pero con desafíos. Desaceleración del crecimiento económico y riesgo de recesión
Fuerte gasto de consumo; predominan los servicios. El crecimiento depende del gasto de los consumidores y de los servicios.
La manufactura es fuerte; la tecnología lidera. Los avances tecnológicos impulsan el crecimiento en la manufactura y la tecnología.
IPC por encima del objetivo, desempleo en aumento El control de la inflación y los desafíos del mercado laboral coexisten.
El endurecimiento de la política monetaria y el aumento de las tasas recortan las expectativas. Ajustes de la política monetaria ante la desaceleración económica.

Descargo de responsabilidad: Este material es solo para fines de información general y no pretende ser (y no debe considerarse) asesoramiento financiero, de inversión o de otro tipo en el que se deba confiar. Ninguna opinión expresada en el material constituye una recomendación por parte de EBC o del autor de que una inversión, un valor, una transacción o una estrategia de inversión en particular sea adecuada para una persona específica.

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