La paridad del poder adquisitivo se basa en los precios y se ve afectada por los costes y la política. Conozca sus límites en el mercado de divisas
En el mercado de divisas, los traders prestan mucha atención a los tipos de cambio. Pero ¿sabía que hay algo que afecta enormemente al tipo de cambio? Se trata de la paridad del poder adquisitivo, que es una de las teorías más importantes de la determinación de los tipos de cambio. No sólo eso, proporciona a los traders una forma de evaluar si una divisa está sobrevalorada o infravalorada basándose en comparaciones de precios de productos básicos. Ahora, conozcamos mejor la base teórica y la aplicación de la Paridad del Poder Adquisitivo.
¿Qué es la paridad del poder adquisitivo?
La paridad del poder adquisitivo (PPA) es una teoría económica que pretende comparar el poder adquisitivo real de las divisas entre distintos países. La idea básica que subyace a la PPA es que, idealmente, la misma cesta de bienes y servicios debería tener los mismos precios en distintos países, aunque se adquieran utilizando sus respectivas monedas.
Esto significa que el tipo de cambio debería ser capaz de reflejar con exactitud el verdadero valor de la moneda de cada país, eliminando así los efectos de las divisas en el comercio internacional y permitiendo que los precios de los bienes entre distintos países se comparen y evalúen con eficacia. La paridad del poder adquisitivo proporciona, por tanto, una forma de medir y comparar el coste de la vida y el poder económico de los países.
La aparición de esta doctrina se remonta a los albores del dinero, pero su resurgimiento moderno se atribuye en gran medida a las aportaciones del economista sueco Gustav Cassel durante las dos guerras mundiales del siglo XX. Es una de las teorías más importantes en la determinación de los tipos de cambio, y entender sus conceptos fundamentales es básico para dominar modelos más complejos de determinación de los tipos de cambio.
La teoría de la paridad del poder adquisitivo (PPA) sostiene que, en ausencia de costes de transacción y otras barreras, los tipos de cambio entre distintos países deberían reflejar las diferencias en el poder adquisitivo de bienes y servicios entre países. En otras palabras, el mismo conjunto de bienes debería tener precios iguales en los distintos países, y este estado de paridad refleja el valor real de la moneda de cada país.
La paridad del poder adquisitivo tiene dos formas principales: absoluta y relativa. La paridad absoluta del poder adquisitivo es uno de los conceptos fundamentales de la teoría y se refiere al hecho de que los mismos bienes deberían tener el mismo precio en todos los países en ausencia de costes de transporte y barreras comerciales. En otras palabras, el poder adquisitivo de una moneda debería ser igual al poder adquisitivo de otras monedas.
Se supone que una cesta de bienes y servicios idénticos debería tener los mismos precios entre los distintos países. Bajo este supuesto, el tipo de cambio entre las monedas de diferentes países debería ser igual a la relación de los precios de los bienes en esos países. Por ejemplo, si una cesta de bienes cuesta 100 dólares en Estados Unidos y 80 libras en el Reino Unido, el tipo de cambio entre el dólar y la libra esterlina debería ser de 1,25 (100/80).
La paridad del poder adquisitivo relativa, por su parte, tiene en cuenta las diferencias en las tasas de inflación. Sostiene que la variación del tipo de cambio de la moneda de un país con respecto a la de otro debería ser igual a la diferencia de las tasas de inflación entre ambos países. Si la tasa de inflación de un país es superior a la de otro, entonces el tipo de cambio de la divisa de ese país debería depreciarse para seguir siendo relativo. Por ejemplo, si la tasa de inflación de Estados Unidos es del 2% y la del Reino Unido del 3%, entonces el tipo de cambio del dólar frente a la libra esterlina debería depreciarse un 1% al año en términos relativos.
Aparte de eso, tiene aplicaciones más amplias en economía y finanzas. Una de ellas es la valoración del tipo de cambio, lo que significa que se utiliza para evaluar si la moneda de un país está sobrevalorada o infravalorada. Comparando el tipo de cambio real con el tipo paridad del poder adquisitivo, se puede deducir el valor relativo de una moneda, lo que ayuda a analizar el poder adquisitivo de las personas y el poder adquisitivo real de una moneda.
Asimismo, la teoría se utiliza ampliamente en las comparaciones económicas entre países, especialmente en el cálculo y la comparación del producto interior bruto (PIB) real. Organizaciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial utilizan a menudo datos del PIB ajustados a la paridad del poder adquisitivo para comparar el tamaño de las economías y los niveles de vida de los distintos países. Este enfoque ayuda a eliminar las diferencias de nivel de precios entre los distintos países y proporciona una base de comparación más precisa y objetiva, haciendo que la investigación económica internacional y la elaboración de políticas sean más informativas.
Además, la teoría de la paridad del poder adquisitivo también afirma que las políticas monetarias y económicas afectan al poder adquisitivo del dinero y a los tipos de cambio. Los países pueden influir en el poder adquisitivo relativo de sus monedas y tipos de cambio ajustando el agregado monetario, los tipos de interés y la política fiscal. Esto sugiere que las políticas monetarias y económicas desempeñan un papel importante en la configuración de las relaciones económicas internacionales y en el ajuste del comercio internacional, a la vez que influyen en los movimientos de los tipos de cambio y en los flujos internacionales de capital.
Dicho esto, la paridad del poder adquisitivo (PPA) es un método importante para entender y analizar los movimientos de los tipos de cambio internacionales, especialmente a largo plazo. Sin embargo, debido a sus limitaciones en la aplicación práctica, a menudo se utiliza junto con otras teorías económicas y datos reales para proporcionar análisis y previsiones económicas más completos (Wikipedia) (MGM Research).
Retos y limitaciones de la paridad del poder adquisitivo (PPA)
Aunque es un concepto clave en la teoría económica, la paridad del poder adquisitivo fracasa a menudo en las aplicaciones prácticas debido a las discrepancias entre los supuestos teóricos y las condiciones económicas reales. Una limitación importante es su suposición de la libre comerciabilidad de las mercancías, olvidando los costes de transacción como aranceles, cuotas e impuestos.
Otro inconveniente es que se centra únicamente en las mercancías, pasando por alto los servicios, en los que pueden surgir importantes disparidades de valor. Los tipos de cambio se ven influidos además por la inflación, los diferenciales de los tipos de interés, la publicación de datos económicos, los mercados de activos y los acontecimientos políticos.
Esto se debe a que el comercio internacional no suele estar completamente libre de barreras, sino que está sujeto a diversos factores que pueden dar lugar a diferencias en el precio de los bienes entre los distintos países, afectando así a la realización de la paridad del poder adquisitivo. Factores como los costes de transacción y las barreras, por ejemplo, deben tenerse en cuenta en las comparaciones económicas internacionales y en los análisis de los tipos de cambio.
En primer lugar, los costes de transporte son un factor importante, ya que el transporte de mercancías de un país a otro conlleva unos costes que se añaden al precio de las mercancías, afectando así a su precio final. En segundo lugar, los gobiernos imponen aranceles y otros impuestos a las mercancías importadas, lo que también puede provocar diferencias en el precio de las mismas mercancías en distintos países. Además, existen diversas formas de barreras no arancelarias, como cuotas, licencias y normas, que también repercuten en el precio de las mercancías.
Al mismo tiempo, las políticas monetarias y económicas de un país pueden afectar directamente al tipo de cambio y al nivel de precios ajustando factores como el agregado monetario, los niveles de los tipos de interés y el gasto fiscal. Si un país adopta una política monetaria o económica agresiva, esto puede provocar una desviación del poder adquisitivo relativo de la moneda del país y del tipo de cambio, lo que a su vez afecta a la realización de la teoría.
Concretamente, los ajustes en la política monetaria, como los cambios en los tipos de interés y el agregado monetario, pueden tener un impacto directo en los precios y los tipos de cambio, lo que puede llevar al fracaso de la paridad del poder adquisitivo. Mientras tanto, las políticas fiscales del gobierno, incluidas medidas como los impuestos y las subvenciones, también pueden tener un impacto en los precios de los bienes y servicios, lo que a su vez afecta a la realización de la teoría.
La rigidez de los precios, los bienes y servicios no comercializados, la rigidez de los precios y las diferencias en los hábitos de consumo y las preferencias son factores importantes que contribuyen a su fracaso. Los ajustes en los precios de los productos básicos pueden no reflejar inmediatamente los cambios en la oferta y la demanda del mercado, y las empresas pueden retrasar los ajustes de precios ante perturbaciones externas o cambios económicos internos, lo que puede provocar desviaciones entre los precios reales y las paridad del poder adquisitivo.
Además, los bienes y servicios no comercializados también influyen en las paridad del poder adquisitivo. Los precios de los bienes y servicios localizados, como la vivienda, la atención sanitaria y determinados servicios, varían considerablemente de un país a otro, y los mercados pueden estar segmentados de un país a otro por razones como la segmentación del mercado, lo que da lugar a precios diferentes para los bienes y servicios.
Además, las rigideces de los precios son un factor importante, incluidos los costes del menú y las rigideces salariales y contractuales, que pueden impedir que los precios se ajusten rápidamente a los niveles de paridad. Por último, las diferencias en los hábitos de consumo y las preferencias también pueden afectar a la paridad del poder adquisitivo. Los consumidores de distintos países tienen preferencias y hábitos de consumo diferentes, y determinados bienes pueden tener más sustitutos en un país, lo que también puede dar lugar a diferencias de precios.
Es importante tener en cuenta que las diferencias en la tecnología y la eficiencia de la producción dan lugar a diferentes costes de los bienes y servicios en los distintos países, lo que a su vez afecta al nivel de precios. El grado de competencia del mercado también es un factor clave, ya que los mercados muy competitivos tienden a tener precios más bajos. Además, factores como la estructura económica, la estructura industrial y las condiciones del mercado laboral de los distintos países también influyen en los precios de los productos básicos. Así, incluso en ausencia de barreras comerciales, la paridad del poder adquisitivo puede fracasar debido a estos factores estructurales.
Por otra parte, acontecimientos como catástrofes naturales, guerras o crisis financieras pueden provocar fluctuaciones anormales del mercado, que pueden afectar a los cambios a corto plazo de los precios de los productos básicos y los tipos de cambio. Estas fluctuaciones a corto plazo pueden hacer que las paridad del poder adquisitivo resulten ineficaces en estas circunstancias excepcionales, ya que la oferta y la demanda del mercado y la opinión de los inversores pueden tener un impacto temporal en los precios y los tipos de cambio, haciendo que se desvíen de sus niveles de equilibrio a largo plazo.
En resumen, aunque la teoría de la paridad del poder adquisitivo (PPA) es importante en teoría, puede fallar en la aplicación práctica debido a diversos factores. Por lo tanto, al realizar comparaciones económicas internacionales y análisis de tipos de cambio, es necesario considerar exhaustivamente una serie de factores y evaluar cuidadosamente su aplicabilidad.
Factores que afectan al tipo de cambio de paridad del poder adquisitivo
La idea básica de la teoría de la paridad del poder adquisitivo es eliminar el efecto de las diferencias de precios comparando los precios de los mismos bienes en distintos países. Esta teoría parte del supuesto de que la gente necesita utilizar la moneda local para comprar bienes y servicios nacionales y la moneda extranjera para comprar bienes y servicios extranjeros. Por lo tanto, al comparar el precio del mismo bien en distintos países, se puede reflejar con mayor exactitud el poder adquisitivo real de la moneda de cada país, revelando así el verdadero valor del tipo de cambio.
Por ejemplo, el índice Big Mac creado por la revista The Economist utiliza para la comparación los precios de los Big Mac de McDonald's vendidos en cada país. Mientras que otros productos básicos son difíciles de comparar, el Big Mac está disponible en muchos países y se fabrica a una escala similar, lo que lo convierte en un ejemplo de evaluación del poder adquisitivo. Los tipos de cambio nominales, por su parte, son una comparación directa de los tipos de cambio de las monedas de los dos países, que reflejan la oferta y la demanda del mercado. Se constató que existe un descuento en el tipo de cambio nominal para la mayoría de los países, mientras que la prima se transforma gradualmente en descuento para los países europeos.
El tipo de cambio entre las monedas de los dos países tiene en cuenta el nivel de precios de los dos países. El tipo de cambio paridad del poder adquisitivo es más completo que el tipo de cambio tradicional porque tiene en cuenta no sólo el valor relativo entre las monedas sino también la paridad real del poder adquisitivo de los bienes. Este tipo de tipo de cambio puede reflejar con mayor exactitud el verdadero nivel de precios de las mercancías entre los distintos países, lo que ayuda en las comparaciones y evaluaciones económicas entre países.
La teoría afirma que las diferencias en las tasas de inflación son uno de los factores importantes a la hora de determinar la apreciación o depreciación de los tipos de cambio. Si la tasa de inflación de un país es superior a la de otro, el poder adquisitivo real de su moneda puede caer, lo que conduce a una depreciación del tipo de cambio. Esta diferencia puede medirse comparando los índices de precios de los dos países, ya que un nivel de precios relativamente más alto en un país con una tasa de inflación elevada conduce a una disminución del poder adquisitivo real de la moneda. Por lo tanto, la apreciación y la depreciación del tipo de cambio dependen en gran medida de la diferencia en las tasas de inflación para mantener la paridad relativa.
Los ajustes en las políticas monetarias y económicas son fundamentales para mantener o ajustar los tipos de cambio paridad del poder adquisitivo. Mediante ajustes en el agregado monetario, los tipos de interés y la intervención en el mercado de divisas, el Estado puede influir directamente en el poder adquisitivo relativo de su moneda y en el tipo de cambio. Una política monetaria agresiva, como la expansión de la oferta monetaria o la bajada de los tipos de interés, puede provocar una disminución del poder adquisitivo relativo de la moneda y desencadenar una depreciación del tipo de cambio.
A la inversa, un endurecimiento de la política monetaria puede conducir a un aumento del poder adquisitivo relativo de la moneda y desencadenar una apreciación del tipo de cambio. Además, las políticas económicas de un país, como el gasto fiscal y las políticas tributarias, también pueden repercutir en el agregado monetario y en los resultados económicos, afectando así al tipo de cambio y al nivel de precios.
Al mismo tiempo, el tamaño y la dirección de los flujos de capital también tienen un impacto significativo en la oferta y la demanda de dinero, lo que a su vez afecta al poder adquisitivo relativo del dinero y al tipo de cambio. Las grandes entradas de capital suelen aumentar la demanda de la moneda de un país, lo que conduce a su apreciación; por el contrario, las salidas de capital pueden provocar la depreciación de la moneda. Este efecto puede materializarse mediante ajustes en el agregado monetario y los tipos de interés, que repercuten en la paridad del poder adquisitivo.
El gobierno puede influir en el nivel del tipo de cambio interviniendo directamente en el mercado de divisas o aplicando la política monetaria. Por ejemplo, el gobierno puede intervenir en el mercado comprando o vendiendo divisas para influir en la oferta y la demanda de dinero y, por tanto, en el tipo de cambio. Además, el gobierno puede ajustar el agregado monetario, y por tanto el tipo de cambio, modificando el nivel de los tipos de interés o aplicando otras medidas de política monetaria. Aunque la intervención del gobierno puede modificar el tipo de cambio a corto plazo, suele ser difícil influir de forma sostenible en las tendencias del tipo de cambio a largo plazo.
Cuando aumentan la tasa de crecimiento económico y los niveles de productividad de un país, puede aumentar el poder adquisitivo relativo de su moneda. Esto se debe a que el crecimiento económico y el aumento de la productividad pueden impulsar la producción y la oferta de bienes y servicios en el país y aumentar su nivel de producto interior bruto (PIB). Este crecimiento y el aumento de la productividad pueden incrementar la demanda de la divisa del país y, en consecuencia, provocar la apreciación de la moneda.
La teoría de la paridad del poder adquisitivo (PPA) sugiere que, en ausencia de costes de transacción y otras barreras, los tipos de cambio de las divisas entre distintos países deberían reflejar las diferencias en el poder adquisitivo de los bienes y servicios en cada país. En otras palabras, el mismo conjunto de bienes debería tener precios iguales en los distintos países, y este estado de paridad refleja el valor real de la moneda de cada país.
El tipo de cambio paridad del poder adquisitivo es precisamente el nivel del tipo de cambio que hace que los precios de los mismos bienes sean iguales en los distintos países, y proporciona una medida del valor relativo de las monedas que supera los posibles sesgos de los tipos de cambio. Así pues, las diferencias en el nivel de precios son fundamentales para la formación y comprensión de los tipos de cambio paridad del poder adquisitivo.
En resumen, en la formación de los tipos de cambio paridad del poder adquisitivo influyen diversos factores, como las diferencias en el nivel de precios, los costes y barreras de las transacciones, las políticas monetarias y económicas, las diferencias estructurales de la economía, las diferencias en la tecnología y la eficiencia de la producción, el grado de competencia en el mercado y la rigidez de los precios. Entender esto es importante para que los traders puedan desarrollar estrategias de trading y predecir los movimientos del mercado.
Factores que influyen | Descripción |
Diferencias de precios | Las diferencias de precios de las materias primas entre países afectan a los tipos de cambio de paridad. |
Costes de transacción | Los costes de transporte y las barreras comerciales afectan a las diferencias de precios internacionales. |
Política monetaria | Los ajustes en el agregado monetario y los tipos de interés afectan directamente al nivel de los tipos de cambio. |
Estructura económica | Las diferencias en la tecnología y la eficiencia de la producción afectan a los costes y los precios de los productos básicos. |
Competencia en el mercado | La oferta y la demanda del mercado y el grado de competencia afectan a los precios de los productos básicos. |
Política gubernamental | El gasto fiscal y las políticas tributarias afectan a los resultados económicos y al dinero. |
Flujos de capital | Los flujos de capital afectan a la demanda de dinero y a los tipos de cambio. |
Crecimiento económico | El crecimiento económico y el aumento de la productividad afectan a la demanda y al valor del dinero. |
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