Value Investing es una estrategia para identificar e invertir en acciones infravaloradas, centrándose en su valor intrínseco en lugar de en las fluctuaciones de corto plazo.
¿Alguna vez te has preguntado por qué algunos inversores parecen ganar dinero incluso cuando el mercado está a la baja? ¿O cómo otros consiguen elegir acciones cuyo valor sigue aumentando con el tiempo? Si es así, probablemente te hayas topado con el término inversión en valor. Pero, ¿qué significa realmente? ¿Y cómo puede funcionar a tu favor?
La inversión en valor es una estrategia que ha resistido la prueba del tiempo, popularizada por inversores legendarios como Warren Buffett y Benjamin Graham. En esencia, se trata de encontrar acciones que estén infravaloradas y conservarlas hasta que el mercado reconozca su verdadero valor. Pero, ¿cómo se identifican esas joyas ocultas? ¿Y cómo se compara esta estrategia con otras estrategias, como la inversión en crecimiento?
En este artículo, analizaremos en qué consiste la inversión en valor, exploraremos algunos ejemplos famosos y destacaremos cómo se compara con otros estilos de inversión.
El significado de la inversión en valor
La inversión en valor es una estrategia de inversión que se centra en la compra de acciones que están infravaloradas en comparación con su valor intrínseco. En esencia, gira en torno a la idea de que el mercado de valores puede, en ocasiones, reaccionar exageradamente a las noticias, el sentimiento del mercado o los desafíos a corto plazo, lo que hace que las acciones estén infravaloradas. Esto presenta una oportunidad para que los inversores compren estas acciones con descuento, con la expectativa de que, con el tiempo, el mercado corrija su error de fijación de precios. Para identificar estas oportunidades, los inversores en valor suelen evaluar cuatro elementos clave:
Poder de ganancias: La capacidad de la empresa para generar ganancias consistentes a lo largo del tiempo.
Solidez financiera: Un balance sólido con baja deuda y fuertes reservas de efectivo.
Valoración: El precio de la acción en relación con su valor intrínseco, a menudo medido utilizando métricas como las relaciones P/E o P/B.
Rendimiento de dividendos y enfoque en los accionistas: el compromiso de la empresa de devolver valor a sus inversores a través de dividendos o recompras de acciones.
Al centrarse en estos elementos, los inversores en valor buscan minimizar el riesgo y al mismo tiempo posicionarse para un crecimiento a largo plazo a medida que el mercado corrige la subvaluación.
La regla número uno de la inversión en valor
La regla número uno de esta estrategia suele resumirse en la famosa máxima de Benjamin Graham: “Margen de seguridad”. Este principio enfatiza la importancia de invertir con un colchón para protegerse de posibles pérdidas. El “margen de seguridad” es esencialmente la diferencia entre el valor intrínseco de una acción (lo que realmente vale según el análisis fundamental) y su precio de mercado (lo que se paga por ella).
En pocas palabras, si compra una acción con un descuento significativo respecto de su valor intrínseco, en esencia está creando un "colchón" que lo protege de las fluctuaciones del mercado, los riesgos específicos de la empresa e incluso los eventos imprevistos que podrían afectar el precio de la acción. Cuanto mayor sea el margen de seguridad, menos riesgosa será la inversión.
La importancia del “Margen de Seguridad” se puede desglosar en tres aspectos clave:
Reduce el riesgo: al comprar acciones infravaloradas, estás menos expuesto al riesgo de pagar de más. Incluso si la acción no rinde exactamente como esperabas, el margen de seguridad puede ayudar a mitigar posibles pérdidas.
Enfoque a largo plazo: un fuerte margen de seguridad significa que es menos probable que entre en pánico durante las caídas del mercado o la volatilidad a corto plazo porque ha invertido a un precio que ofrece protección contra el riesgo de caída.
Protege contra la incertidumbre: en el mundo de las inversiones, nada es seguro. Un margen de seguridad garantiza que, incluso si algunas de sus suposiciones sobre el desempeño de una empresa son erróneas, el precio que pagó por las acciones le ofrece un margen de seguridad.
En términos prácticos, esto podría significar buscar acciones con ratios P/E bajos, precios descontados en relación con el valor contable o utilizar el análisis de flujo de caja descontado (DCF) para estimar el valor intrínseco y comprar cuando el precio de mercado sea significativamente inferior a ese.
La filosofía de Graham ha influido en generaciones de inversores en valor, incluido Warren Buffett, quien ha hecho del margen de seguridad una piedra angular de su estrategia de inversión.
Además de la regla del "margen de seguridad", la regla del 5% es otro principio muy conocido en la inversión en valor, que suele asociarse con Warren Buffett. Esta regla aconseja a los inversores limitar su inversión en una sola acción a no más del 5% de su cartera total, a menos que tengan un conocimiento profundo de la empresa y confíen en sus perspectivas futuras. La idea detrás de esta regla es que invertir en empresas que uno realmente entiende reduce el riesgo de tomar malas decisiones de inversión, especialmente en industrias desconocidas o complejas.
Si bien la regla del 5 % sugiere un enfoque cauteloso, no es una regla estricta y se puede ajustar según las circunstancias individuales. En el caso de las empresas de sectores que conoce bien o sobre los que ha realizado una investigación exhaustiva, es posible que se sienta cómodo asignando más del 5 %. Sin embargo, para las empresas fuera de su área de especialización o en sectores más volátiles, la regla sirve como salvaguarda, alentándolo a limitar la exposición. Los críticos argumentan que la regla del 5 % puede ser demasiado conservadora, especialmente para inversiones de alta convicción, en las que un inversor puede sentirse justificado al ir más allá del umbral del 5 %. En última instancia, la regla sirve como una guía flexible que los inversores experimentados pueden modificar en función de su propio conocimiento y tolerancia al riesgo.
Inversión en valor frente a inversión en crecimiento
Mientras que la inversión en valor se centra en la compra de acciones infravaloradas con la expectativa de que el mercado finalmente reconozca su verdadero valor, la inversión en crecimiento adopta un enfoque diferente. Los inversores en crecimiento buscan empresas que se espera que crezcan significativamente en el futuro, incluso si sus valoraciones actuales son altas. A continuación, se presenta una comparación entre las dos estrategias:
Enfoque de valoración: la inversión en valor se centra en el precio de las acciones en relación con su valor intrínseco, mientras que la inversión en crecimiento se centra en el crecimiento de las ganancias futuras. Los inversores en valor pueden comprar acciones que parecen baratas pero que se cotizan por debajo de su valor real, mientras que los inversores en crecimiento están dispuestos a pagar una prima por empresas que creen que crecerán rápidamente.
Perfil de riesgo: La inversión en valor generalmente conlleva menos riesgo, ya que se centra en comprar empresas sólidas a precios reducidos. Por el contrario, la inversión en crecimiento puede ser más riesgosa, ya que los inversores apuestan al éxito futuro de empresas que pueden estar sobrevaluadas o no cumplir con sus expectativas de crecimiento.
Horizonte temporal: La inversión en valor normalmente requiere un horizonte temporal más largo, ya que depende de que el mercado finalmente reconozca el valor intrínseco de una acción. Los inversores de crecimiento pueden adoptar un enfoque a corto o mediano plazo, aprovechando los rápidos aumentos de precios debido al crecimiento futuro previsto.
Condiciones del mercado: La inversión en valor tiende a tener un mejor rendimiento en condiciones de mercado en las que las acciones están infravaloradas o en las que el crecimiento económico se desacelera. La inversión en crecimiento, por otro lado, suele tener un mejor rendimiento durante períodos de expansión económica y cuando los inversores están dispuestos a pagar una prima por el potencial de crecimiento futuro.
Aspecto | Inversión en valor | Inversión en crecimiento |
Enfoque de inversión | Empresas infravaloradas con fundamentos sólidos | Empresas con alto potencial de crecimiento |
Valuación | Las acciones están infravaloradas en función de métricas de valor intrínseco (por ejemplo, P/E, P/B) | Las acciones suelen estar sobrevaloradas en función de las perspectivas de crecimiento futuro |
Riesgo | Menor riesgo, ya que la empresa ya está infravalorada y ofrece un margen de seguridad. | Mayor riesgo, ya que las valoraciones elevadas pueden generar pérdidas si el crecimiento no se materializa. |
Horizonte temporal | A largo plazo, con énfasis en mantenerlo durante las fluctuaciones del mercado. | Puede ser a mediano o largo plazo, con el foco puesto en capitalizar el crecimiento futuro. |
Ejemplos de empresas | Empresas maduras como Coca-Cola, Johnson & Johnson y Procter & Gamble | Empresas de alto crecimiento como Tesla, Amazon y NVIDIA |
Objetivo del inversor | Compre barato y mantenga hasta que el mercado corrija su valoración | Compre acciones de alto crecimiento con la expectativa de una rápida apreciación |
Ejemplos notables de inversión en valor
Ahora que hemos explorado qué es la inversión en valor y los principios que la guían, veamos cómo funciona esta estrategia en el mundo real. ¿Existen ejemplos prácticos en los que esta estrategia de inversión haya generado rendimientos extraordinarios? En esta sección, analizaremos algunos ejemplos destacados en los que inversores astutos convirtieron acciones infravaloradas en minas de oro. Estas historias no solo resaltan el poder de comprar acciones infravaloradas, sino que también muestran cómo la paciencia y un ojo agudo para las oportunidades pueden conducir al éxito financiero con el tiempo.
Las clásicas inversiones en valor de Warren Buffett: Uno de los ejemplos más conocidos de inversión en valor es la compra de Coca-Cola por parte de Warren Buffett en 1988. Coca-Cola era una marca consolidada, pero sus acciones estaban infravaloradas en aquel momento. Buffett reconoció la fortaleza de la marca de la empresa, su dominio del mercado global, sus ganancias constantes y su potencial de crecimiento a largo plazo, a pesar de que las acciones estaban infravaloradas temporalmente. Su inversión dio sus frutos de forma masiva, ya que el precio de las acciones de Coca-Cola creció significativamente a lo largo de los años, lo que generó importantes rendimientos para Berkshire Hathaway.
De manera similar, su inversión en American Express, Geico y The Washington Post también dio buenos resultados. Todos ellos son ejemplos clásicos y notables de inversión en valor.
Sin embargo, para muchos inversores actuales, estos conceptos pueden resultar un poco cliché y quizás menos identificables con las tendencias de inversión modernas, especialmente con el auge de nuevas industrias, tecnologías y estrategias. En ese caso, echemos un vistazo a algunos ejemplos actuales y más identificables que pueden resultar de interés para los inversores de hoy.
Lumen Technologies (anteriormente CenturyLink) : Lumen Technologies (anteriormente CenturyLink) representa un ejemplo más reciente de una inversión de valor. La empresa, que opera en los sectores de telecomunicaciones y fibra óptica, había tenido problemas con su carga de deuda y la disminución de los ingresos a principios de la década de 2010. Sin embargo, los inversores astutos identificaron las acciones infravaloradas de Lumen debido a su sólida infraestructura de fibra óptica, su giro hacia los servicios empresariales de alto margen y su valoración de mercado relativamente baja en comparación con sus activos. Con el tiempo, la transformación de Lumen en una empresa de infraestructura digital la posicionó para el crecimiento a pesar de las dificultades anteriores.
General Motors (GM) - Cambio a vehículos eléctricos: General Motors (GM) es un ejemplo reciente y sólido de inversión en valor con un giro. En 2020, muchos todavía consideraban a GM un fabricante de automóviles tradicional que luchaba con un futuro incierto a raíz de la COVID-19 y el auge de los vehículos eléctricos (VE). Sin embargo, su compromiso anunciado de transición a vehículos eléctricos (VE) y su inversión masiva en tecnología de VE crearon una oportunidad para que los inversores en valor compraran acciones con descuento. Con el auge de los mercados de VE y la fortaleza de la marca GM, los inversores que apostaron por esta transformación han visto ganancias significativas a medida que el potencial de la empresa en el sector de la energía verde comenzó a materializarse.
En conclusión, la inversión en valor es una estrategia probada a lo largo del tiempo que gira en torno al principio de comprar acciones infravaloradas por el mercado y conservarlas hasta que se reconozca su valor intrínseco. Si bien puede requerir paciencia y un enfoque a largo plazo, la estrategia ha generado retornos sólidos para inversores como Warren Buffett y Benjamin Graham durante décadas. Por el contrario, la inversión en crecimiento ofrece el potencial de obtener mayores retornos, pero conlleva mayores riesgos y mayor volatilidad.
En definitiva, la decisión de si la inversión en valor o la inversión en crecimiento es la estrategia adecuada depende de sus objetivos individuales, su tolerancia al riesgo y el cronograma de inversión. Ambas estrategias tienen sus ventajas y muchos inversores optan por combinar elementos de ambas para crear una cartera diversificada que equilibre el riesgo y la recompensa.
Descargo de responsabilidad: Este material es solo para fines de información general y no pretende ser (y no debe considerarse) asesoramiento financiero, de inversión o de otro tipo en el que se deba confiar. Ninguna opinión expresada en el material constituye una recomendación por parte de EBC o del autor de que una inversión, un valor, una transacción o una estrategia de inversión en particular sea adecuada para una persona específica.