A medida que Tailandia se acerca al año 2025, observamos que el panorama económico del país sigue determinado por un delicado equilibrio entre el estímulo fiscal, los ajustes de la política monetaria y la dinámica cambiante del mercado mundial. Si bien la inflación se ha mantenido moderada, el crecimiento económico enfrenta obstáculos derivados de la debilidad de las exportaciones, las incertidumbres geopolíticas y los desafíos estructurales. Al mismo tiempo, las medidas de estímulo impulsadas por el gobierno y un sector turístico resiliente ofrecen posibles vías de recuperación. En EBC Financial Group (EBC) exploramos el cambiante panorama financiero y brindamos a los operadores información sobre las tendencias clave y las oportunidades de mercado que definirán la segunda economía más grande del sudeste asiático en 2025.
Las tendencias inflacionarias y la respuesta de la política monetaria configuran un fin de año lleno de acontecimientos
A lo largo de 2024, hemos visto que las tasas de inflación de Tailandia se mantuvieron por debajo del rango objetivo del Banco de Tailandia (BoT) del 1% al 3%. En diciembre de 2024, observamos que el índice de precios al consumidor (IPC) aumentó un 1,23% interanual, frente al 0,95% de noviembre, lo que marca el primer retorno al rango objetivo del BoT en siete meses. A pesar de este repunte, observamos que la tasa de inflación promedio para 2024 fue del 0,4%, la más baja en cuatro años.
Hemos observado que, en respuesta a las preocupaciones por la inflación moderada y el crecimiento económico, el BoT redujo la tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos a 2,25% en octubre de 2024, su primer recorte de tasas desde septiembre de 2023. Posteriormente, vimos que el BoT mantuvo esta tasa en diciembre, citando el aumento de las incertidumbres económicas y la necesidad de flexibilidad en las políticas. El BoT ha proyectado un crecimiento económico de 2,9% en 2025 y una inflación dentro de su rango objetivo de 1%-3%, en 1,1%.
Nuestros analistas advierten que la eficacia del recorte de tasas puede verse limitada por desafíos estructurales más profundos. El sector exportador de Tailandia enfrenta vientos en contra persistentes derivados de las perturbaciones del comercio mundial, mientras que la inversión del sector privado sigue siendo moderada. Creemos que estos factores agregan capas de complejidad a los esfuerzos encaminados a revitalizar el crecimiento económico en un panorama mundial cada vez más incierto.
El ministro de Finanzas, Pichai Chunhavajira, ha señalado la posibilidad de nuevas reducciones de tipos, haciendo hincapié en la necesidad de medidas monetarias y fiscales coordinadas para revitalizar la economía de Tailandia. Como nodo crítico del sudeste asiático, observamos que los mercados financieros de Tailandia siguen siendo muy sensibles a factores externos, incluidas las cambiantes políticas de la Reserva Federal de Estados Unidos y las tensiones geopolíticas que influyen en los flujos comerciales mundiales. Vemos que la interacción entre los desafíos internos y las presiones externas presenta tanto riesgos como oportunidades para los comerciantes e inversores, lo que pone de relieve la necesidad de una toma de decisiones estratégica para navegar por esta dinámica cambiante.
La recuperación del turismo y el estímulo gubernamental impulsan la actividad económica
Hemos observado que la recuperación económica de Tailandia se ha visto influenciada significativamente por el resurgimiento de su sector turístico. En 2024, el país recibió aproximadamente 35,5 millones de visitantes extranjeros, lo que contribuyó sustancialmente al crecimiento económico. A pesar de este repunte, hemos notado que la Bolsa de Valores de Tailandia (SET) ha enfrentado desafíos persistentes, con un desempeño inferior al de sus pares regionales debido a la inestabilidad política y la incertidumbre de la política económica. Esta desconexión entre la recuperación del turismo y el desempeño del mercado de valores sugiere desafíos económicos subyacentes que pueden afectar el sentimiento de los inversores y presentar oportunidades de valor potenciales para los comerciantes e inversores.
En nuestro análisis de la respuesta del gobierno a estos desafíos, hemos visto la implementación de una serie de medidas fiscales, incluyendo un programa de estímulo de 14 mil millones de dólares dirigido a aproximadamente 45 millones de ciudadanos, un aumento del salario mínimo del 2,9% a partir de enero de 2025 e incentivos fiscales de hasta 50.000 baht para estimular el gasto de los consumidores en varios sectores. Observamos que sectores como los bienes de consumo y las industrias vinculadas al turismo pueden beneficiarse de estas iniciativas, mientras que los proyectos de infraestructura vinculados a la agenda de desarrollo más amplia de Tailandia también pueden ofrecer oportunidades de crecimiento para los inversores a largo plazo. Sin embargo, creemos que la eficacia de estas medidas dependerá de la capacidad de Tailandia para implementar reformas estructurales más profundas para garantizar un crecimiento sostenible.
Los aranceles de EE.UU. sobre China y las perspectivas económicas de Tailandia
Consideramos que un factor clave que determinará la trayectoria económica de Tailandia en 2025 es la evolución de la relación comercial entre Estados Unidos y China. Dado que este año entrarán en vigor los nuevos aranceles estadounidenses a los productos chinos, creemos que la segunda economía más grande del mundo podría tener que aumentar el estímulo. Si el gasto de consumo continúa siendo débil en el país, prevemos que el turismo emisor probablemente se desacelerará.
Hemos observado que los ciudadanos chinos siguen siendo el mayor grupo de llegadas de turistas extranjeros a Tailandia en 2024 a pesar de las mayores preocupaciones por la seguridad. Esta incertidumbre refuerza nuestra opinión de que el oro es un activo de refugio seguro preferido por los inversores locales, ya que la industria desempeña un papel importante en la economía tailandesa.
Nuestros analistas sugieren que los comerciantes e inversores deberían seguir de cerca la evolución del comercio, ya que el oro y otras materias primas pueden desempeñar un papel más central en las estrategias de gestión de riesgos de cartera en respuesta a la mayor incertidumbre económica mundial.
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