Un día después de la presentación del presupuesto provisional, los índices de referencia de acciones de la India, BSE Sensex y NSE Nifty, cerraron al alza. Goldman Sachs prevé que el índice Nifty alcanzará los 23.500 para finales de 2024.
La relación precio-beneficio a 12 meses es de 22,8 para el Nifty 50, tres veces la de China y superior incluso a la valoración del S&P 500 de 20,23, según datos de LSEG.
Se espera que el país siga siendo la principal economía de más rápido crecimiento este año. El primer ministro Narendra Modi probablemente consiga su tercer mandato y se espera que su partido mantenga su mayoría en el parlamento.
Las acciones indias registraron el año pasado una entrada neta de 21.400 millones de dólares a nivel mundial, el mayor total en tres años, y más del 40% de las entradas extranjeras se produjeron durante los dos últimos meses del año.
Curiosamente, los inversores minoristas japoneses están invirtiendo dinero en la India mientras el mercado de valores japonés está en llamas. Los activos totales de los fideicomisos de inversión indios centrados en acciones en Japón crecieron un 11% en enero, según Bloomberg.
Si se tienen en cuenta las ganancias de las acciones indias en yenes, las cifras sugieren entradas de alrededor de ¥140 mil millones en fondos de acciones de la India, mientras que los fondos de acciones japoneses casi no tuvieron entradas netas.
Esas personas se han interesado más en áreas como los fondos indexados extranjeros que en los fondos ESG. El año pasado retiraron un total de 660 mil millones de yenes de fondos ESG, cuatro veces la salida en 2022.
Sin embargo, otros inversores no se mostraron tan optimistas por el momento sobre las acciones indias. La venta de acciones indias por parte de inversores extranjeros en enero alcanzó su mayor total mensual en un año, mientras los fondos globales se benefician de un reciente repunte.
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