El oro retrocedió desde su máximo de 2.500 dólares el lunes, pero se mantuvo fuerte, impulsado por las esperanzas de un recorte de tasas de la Fed en la próxima reunión.
El oro retrocedió desde su nuevo máximo histórico por encima de los 2.500 dólares el lunes, pero se mantuvo resistente, impulsado por las esperanzas de que la Fed esté acercándose a recortar las tasas de interés en su próxima reunión.
El oro subió más del 2% en la última sesión, debido a que los datos del mercado inmobiliario estadounidense resultaron decepcionantes. La tendencia alcista de los últimos años ha estado impulsada por el aumento de los riesgos geopolíticos y la sólida demanda de los bancos centrales.
Los especuladores aumentaron sus apuestas netas alcistas sobre los futuros del oro en Comex hasta un máximo de casi cuatro años en la semana que terminó el 13 de agosto, según muestran los datos de la CFTC. Esto se produjo cuando las acciones, que estaban maltrechas, reanudaron su repunte.
Mientras tanto, los ETF de oro han subido en los últimos meses tras un par de años de salidas de capitales, según muestran los datos recopilados por Bloomberg. Las guerras en curso y las próximas elecciones presidenciales estadounidenses seguirán manteniendo a los inversores en vilo.
Países como China, Turquía e India han estado buscando diversificar sus reservas más allá del dólar estadounidense, especialmente desde que vieron cómo Occidente congelaba los activos en dólares de Rusia a raíz de su invasión a Ucrania.
Commerzbank Research elevó su pronóstico para el oro a 2.600 dólares a mediados del próximo año, prediciendo tres recortes de tasas de la Fed para fines de este año y tres más en la primera mitad de 2025.
El oro mantuvo su fuerte impulso después de romper otro umbral psicológico. Se recomienda operar con tendencia a menos que el precio se dirija hacia la media móvil simple (SMA) de 50 días.
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