El dólar australiano alcanzó el viernes un máximo de seis meses debido a la desaceleración estadounidense y al aumento del precio del mineral de hierro, impulsado por las apuestas sobre la demanda de acero de China.
El dólar australiano alcanzó el viernes un máximo de seis meses debido a la desaceleración económica de Estados Unidos y al aumento de los precios del mineral de hierro. La materia prima alcanzó su nivel más alto en casi un mes mientras los operadores apostaban por la creciente demanda en el mercado del acero de China.
Los futuros en Singapur subieron los cuatro días hábiles anteriores el jueves y subieron más del 6% en la semana en medio de esperanzas de un impulso de estímulo en una importante reunión política china.
El ingrediente siderúrgico está ahora sólidamente por encima de los 110 dólares la tonelada después de cotizar por debajo de ese umbral durante la mayor parte de junio. Sin embargo, las perspectivas inmobiliarias de China siguen siendo turbias a pesar de algunos signos de recuperación.
Se espera que el crecimiento económico mundial este año sea más lento que el promedio de la media década anterior a la pandemia. Sin embargo, el Banco Mundial cree que los precios de las materias primas se mantendrán cerca de un 40% por encima de los niveles de 2015-2019.
El RBA reflexionó sobre si era necesario un nuevo aumento de las tasas de interés para controlar la inflación en su reunión de política monetaria de junio, pero decidió quedarse quieto en parte debido al riesgo de una fuerte desaceleración en el mercado laboral.
La debilidad generalizada del índice ISM de servicios, junto con una tendencia alcista en las solicitudes de desempleo, sugiere un agotamiento en la economía más grande del mundo antes de las elecciones presidenciales.
El dólar australiano superó la resistencia de alrededor de 0,6700, exponiendo el nivel de 0,6800 que alcanzó en diciembre. El sesgo alcista persiste ya que la SMA de 50 es muy respetada.
Descargo de responsabilidad: Este material tiene fines de información general únicamente y no pretende (y no debe considerarse) asesoramiento financiero, de inversión o de otro tipo en el que se deba confiar. Ninguna opinión dada en el material constituye una recomendación por parte de EBC o del autor de que cualquier inversión, valor, transacción o estrategia de inversión en particular sea adecuada para una persona específica.