El riesgo de las transacciones en divisas representa una amenaza para la rentabilidad, y los buenos hábitos comerciales ayudan a evitar riesgos y mejorar los rendimientos. En las transacciones de divisas, los inversores deben revisar repetidamente las instrucciones de transacción, evitar errores, siempre adherirse al plan de transacción, evitar transacciones impulsivas y pensar con calma.