El índice China A50 registró su tercera ganancia diaria consecutiva el martes antes de una reunión clave de banqueros centrales y mientras los operadores evaluaban señales diplomáticas prometedoras hacia el fin de las hostilidades entre Rusia y Ucrania.
El repunte refleja un creciente sentimiento de optimismo entre los inversores minoristas, que cuentan con ahorros casi récord y que abandonan cada vez más los bonos, a medida que Pekín infunde confianza en el mercado de valores.
Los gestores de fondos en China ahora esperan que el repunte actual tenga suficiente respaldo (desde esperanzas en la IA hasta medidas gubernamentales para impulsar el crecimiento) para resistir la prueba del tiempo.
El volumen de negocios en las bolsas continentales superó los 2,7 billones de yuanes el lunes, el segundo más alto, según datos recopilados por Bloomberg. También se ha registrado un aumento en los préstamos para la compra de acciones.
El crecimiento de la producción fabril de China cayó a un mínimo de ocho meses en julio, mientras que las ventas minoristas se desaceleraron drásticamente, lo que aumentó la presión sobre los responsables políticos para implementar más estímulos para reactivar la demanda interna.
La última encuesta de Reuters proyectó que el crecimiento del PIB de China se desaceleraría al 4,5 % en el tercer trimestre y al 4,0 % en el cuarto. Los precios de las viviendas nuevas prolongaron su caída en julio, pero las caídas se moderaron ligeramente en las principales ciudades.
El Índice China A50 ha formado un patrón de doble techo, por lo que es muy probable un retroceso. Prevemos que tocará el mínimo en 14.220 antes de seguir subiendo.
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