La Bolsa japonesa alcanzó un nuevo máximo en 33 años y los signos de desaceleración del crecimiento económico mundial no desanimaron a los inversores que esperaban alcanzar el pico de la prosperidad asiática. En lo que va de año, El Nikkei 225 de Japón ha aumentado más del 23%, muy por delante del S & P 500; A pesar de la resiliencia de la economía estadounidense, se mantiene el nivel de 500 puntos.